La Salud y Seguridad Ocupacional tiene el objeto de aplicar medidas necesarias para la prevención de riesgos relacionados con el trabajo y juega un papel muy importante para lograr el objetivo número 3 de desarrollo sostenible planteado por la Organización de las Naciones Unidas: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos.
En la práctica, se trata de una extensión al campo laboral del deber que tiene toda persona de evitar, diligentemente, los accidentes personales y los de las personas a su cargo que establece la Ley General de Salud. Pero teniendo en cuenta la diversidad de situaciones a las que pueden exponerse las personas en su actividad laboral, existe una amplia gama de normas para asegurar la protección de las personas en sus trabajos.
La aplicación de estas normas es de obligatorio cumplimiento y no son relajables por medio de contratos entre las partes; sin embargo, las obligaciones en Salud y Seguridad Ocupacional no recaen únicamente sobre los patronos, pues igualmente todo trabajador está obligado a cumplir con las normas jurídicas y como las reglas internas que señale la empresa de acuerdo con lo indicado en el artículo 6 del Reglamento General de Seguridad e Higiene de Trabajo.
A continuación, señalaremos algunos de los temas de Salud y Seguridad Ocupacional de mayor incidencia para las empresas:
* Establecimientos de trabajo: Los locales de trabajo deben de cumplir con las condiciones de ubicación y construcción que demande la salud, la moral y comodidad de los trabajadores.
Igualmente, todo edificio que tenga más de una planta debe contar con al menos una escalera de emergencia de alta resistencia al fuego, con barandillas y pasamanos.
* Condiciones de espacio: Se debe asegurar que los trabajadores cuenten con un área de trabajo mayor a dos metros cuadrados, y dos metros y medio de altura. Sin embargo, puede reducirse la altura en casos especiales, pero compensarlo con medios artificiales de ventilación e iluminación.
Por su parte, los pasillos deberán ser suficientemente anchos en relación con el número de trabajadores que deben circular por ellos, considerando incluso los casos de desalojo de emergencia.
* Salidas de emergencia: Las normas no establecen un número mínimo de salidas de emergencia, sino que ordenan que estas sean suficientes y estén convenientemente dispuestas para una evacuación exitosa. Así, en locales pequeños puede que la salida de emergencia sea la misma entrada y salida convencional, sin embargo, deben contar con avisos visibles que digan “Salida de Emergencia”.
Ninguna salida de emergencia debe estar cerrada con llave ningún otro mecanismo que dificulte abrirlas fácilmente en momentos de alta presión.
* Ventilación: En los locales cerrados debe de renovarse el aire de acuerdo con el número de trabajadores y la naturaleza del trabajo. La renovación del aire puede ser natural o artificial, teniendo en cuenta la velocidad de entrada, condiciones de pureza, temperatura y humedad, de forma que no sea ni molesta ni perjudicial para los trabajadores.
* Trabajo al aire libre: Cuando el trabajo deba hacerse a cielo abierto o semiabierto, se debe suavizar en lo posible las temperaturas extremas y proteger a los trabajadores de las situaciones adversas en general. Se deben de proporcionar equipos adecuados para proteger a los trabajadores de la lluvia y el polvo.
Cuando las labores al aire libre puedan someter a los trabajadores a situaciones de estrés térmico por calor, se debe diseñar y ejecutar un protocolo de hidratación, sombra, descanso y protección.
* Iluminación: Los locales de trabajo deben de contar con la iluminación adecuada para la seguridad y el desempeño de las funciones. La iluminación artificial sólo debe usarse cuando la natural no sea factible o suficiente.
* Limpieza: Los locales deben de mantenerse siempre en condiciones normales de limpieza. Cuando el barrido o limpieza del suelo, paredes y techo puedan producir polvo, se tiene que aplicar métodos de limpieza húmeda.
La limpieza debe hacerse fuera de las horas de trabajo, preferiblemente después de terminar la jornada. Pero si se prefiere realizar antes del comienzo de la jornada, se debe hacer con la antelación necesaria para que el lugar se airee por al menos media hora antes de comenzar la jornada laboral. Cuando la jornada laboral sea continua, se debe hacer al momento que haya menor volumen de personas en el establecimiento.
* Protección de incendios: Las instalaciones deben contar con medios de evacuación, maquinaria, equipos o instrumentos para prevenir y combatir incendios de acuerdo con sus necesidades, tomando en cuenta el número de trabajadores, el espacio de trabajo y la actividad que se realice.
Además de los temas señalados, existen muchas otras situaciones que pueden suponer riesgos para todos en el ejercicio de nuestro trabajo, y que se encuentran reguladas bajo un enfoque que da prioridad a la prevención de los riesgos.
Estas normas son importantes primordialmente para prevenir accidentes y proteger a las personas, pero también contribuyen con la efectividad de las funciones laborales y evitan sucesos que pueden tener repercusiones negativas para el desarrollo del trabajo.