Due Diligence Ambiental
Abril, 2018
Por: Claudia Meléndez, Abogada & Consultora Ambiental de Zone
Previo a realizar operaciones comerciales como fusiones, adquisiciones o financiamientos, es apropiado realizar una revisión previa de la gestión ambiental de las empresas involucradas. Esto con el fin de contar con suficientes elementos que aseguren una adecuada valoración de riesgos, pero principlamente, la sostenibilidad de la operación en su entorno.
Este proceso de investigación y análisis es conocido como proceso de Debida Diligencia (Due Diligence). El proceso de debida diligencia en materia ambiental pretende determinar de una manera cuantitativa o cualitativa, el impacto que las actividades de una empresa puedan tener sobre el ambiente. De hecho, uno de los objetivos principales de este proceso de estudio y análisis, es la determinación de posibles contingencias medioambientales asociadas tanto a las actividades de la empresa como al inmueble en el cual esta desarrolla sus actividades, ayudando a evitar que problemas ambientales puedan reducir el valor de su negocio o propiedad, así como evitar posibles contingencias o responsabilidades por obligaciones adquiridas sin conocimiento previo.
Un Due Diligence Ambiental es un tipo de investigación que idóneamente no debería limitarse al análisis y revisión documental; sino acompañarse de visitas de campo para conocer de primera mano el estado real de las operaciones de la empresa, circunstancias que difícilmente pueden evidenciarse con la simple revisión de la tenencia de los permisos emitidos por las Instituciones reguladoras, estas visitas de campo coadyuvan a calificar o valuar el monto de inversión necesario para adecuar un sitio a criterios ambientalmente aceptados, lo que influye de forma significativa en la tasación del monto de la transacción.
Los estudios de Due Diligence Ambiental se desarrollan en diferentes fases, la profundidad de cada una dependerá del alcance determinado por el cliente. Por lo general la fase preliminar incluye la revisión documental, verificación de la existencia de los permisos aplicables a la actividad de la empresa, un análisis preliminar del sitio y la verificación del cumplimiento del marco legal aplicable. En la segunda fase podemos incluir estudios y análisis específicos, recolectar evidencias de manejo ambiental inadecuado e implicaciones legales ambientales. Finalmente, la fase de remediación en la cual se incluye la toma de acciones para sanear la contaminación y la estimación de tiempo y costos que estas medidas necesitarán.
Podemos considerar que incluir el tema ambiental dentro del proceso de debida diligencia ambiental es sumamente importante ya que permite:
- determinar y cuantificar las responsabilidades ambientales actuales y potenciales, así como los riesgos que se pueden asumir como consecuencia de esta transacción,
- establecer un monto económico que cubra riesgos ambientales, de la operación actual o futura, el cual puede impactar significativamente en el establecimiento del precio de la transacción,
- permite conocer la inversión económica necesaria para adecuar el inmueble o empresa en cuestión a criterios ambientalmente razonables
- verificar el cumplimiento de la normativa vigente y aplicable.