Tendencias en la producción y consumo energético
La producción de energía es responsable de alrededor del 80% de las emisiones de CO2 y dos tercios de la totalidad gases efecto invernadero, principal causante del calentamiento global. Reducir estas emisiones es fundamental para asegurar la subsistencia de la vida en el planeta, por ello, el Acuerdo de Paris ha propuesto que cada país determine sus propios objetivos a fin de mantener el aumento de la temperatura mundial promedio por debajo de los 2 grados con respecto a los niveles preindustriales y de continuar esforzándose para reducir el aumento a 1.5 grados.
No obstante, la evidente necesidad de reducir las emisiones que causa la industria energética, enfrentamos la contradicción de tener que aumentar la producción de energía, para entender los retos a los que nos enfrentamos, debemos considerar lo siguiente:
- Que el suministro constante de energía es necesario para el goce de derechos humanos como la salud, alimentación, acceso a la información, comunicación y transporte, que son fundamentales para garantizar la vida digna de toda persona.
- Que tanto la Agencia Internacional de Energía, como las mayores compañías del sector energético concuerdan en que la demanda de energía tendrá una tendencia al aumento durante todo el siglo XXI. Para 2040 se estima que se deberá producir 30% más energía que la producida actualmente, esto es equivalente agregar una nueva China e India a la demanda de electricidad actual.
- Que se estima que para el año 2030 todavía habrá 675 millones de personas sin un suministro constante de energía, por lo que todavía hay muchos hogares a los que se debe ampliar la red de distribución energética.
- Bandas de consumo eléctrico: Se imponen limites mínimos y máximos de consumo, de esta forma, quien sobrepase el límite máximo de consumo eléctrico sufrirá una penalización en el precio a pagar, mientras que los clientes cuyo consumo sea inferior al límite mínimo, disfrutarán de una reducción sobre su factura mensual.
- Promoción al consumo de productos de bajo consumo: Esta promoción puede ser por vía exoneración de impuestos, como la que aplica la Ley de Regulación del Uso Racional de la Energía sobre toda una serie de productos como los bombillos fluorescentes o paneles solares.
- Prohibición de productos eléctricos no eficientes: Como la Directriz 011 del Ministerio de Ambiente y Energía que prohíbe a las instituciones públicas la compra de bombillos incandescentes y cualquier otro equipo de baja eficiencia energética. O la prohibición general que existe sobre estos productos en otros países.
- Establecer límites máximos al consumo: Como la Ley de Regulación del Uso Racional de la Energía que establece un límite máximo de consumo eléctrico por industria y quien se pase del mismo, debe presentar un plan de reducción gradual de consumo.
- Construcción y acondicionamiento:
- Con el uso de medios de control de climatización como filtros solares adhesivos a las ventanas, se puede reducir el impacto térmico de las radiaciones solares sobre el interior del edificio y reducir la dependencia de aires acondicionados.
- En materia de iluminación, la disposición interior de los edificios de forma que se aproveche adecuadamente la luz natural reduce la dependencia de la luz artificial hasta por 12 horas.
- Adopción de equipos adecuados:
- Cuando no sea posible evitar del todo el uso de los aires acondicionados, se debe tener en cuenta que los sistemas centralizados tienden a gastar menos energía que los equipos individuales.
- Los los bombillos incandescentes desperdician un 90% de la energía en calor, mientras que sólo un 10% es usada para producir luz. Cambiándose a bombillos fluorescentes se aprovecha hasta 4 veces más energía y se reduce el calor que generan los bombillos, con lo que también se disminuye la necesidad de sistemas de acondicionamiento de aire.
- Uso consciente de los equipos eléctricos:
- El uso de aires acondicionados en modo automático para mantener una temperatura adecuada y en horas determinadas, reduce la intensidad del uso
- El aprovechamiento de la luz natural puede suponer un ahorro hasta del 22% de la energía utilizada en los edificios.
- En cuanto al uso de equipos electrónicos, medidas simples como la adopción de protectores de pantalla negros, tiempos de reposo e incluso apagado automático de los equipos en desuso, generan una reducción importante del consumo energético.